jueves, 31 de diciembre de 2009

Editorial Es Pont 211

clip_image002Vivir la Navidad, la Epifanía y otras fiestas que acontecen en nuestro entorno vienen marcadas por ritos, tradiciones y nuevas modas que rigen nuestras vidas sin dejarnos vivir el mensaje esencial que en ellas se esconden, unas fiestas con sentido religioso/espiritual camufladas por un “laiscismo” que rechaza todo lo que tenga que ver con lo católico.

Nos cansamos en denunciar las imposiciones en nombre de la religión católica, o lo divino, con sus mismas armas. Paradojas de la vida, si te daban dos azotes con la mano derecha para corregirte, dalos tú ahora con la izquierda para lo mismo.

Ahora al tema de fondo, qué nos transmite la Natividad, en un proceso complejo, se podría decir que se hizo coincidir el nacimiento del hijo de Dios con el solsticio de invierno, allí donde la oscuridad de los días dan paso a una luz que se va abriendo paso día a día; celebraciones paganas que junto con Sant Antoni y sus foguerons son recuerdos de la unión hombre/tierra/Dios.

También es un pacto entre Dios y el hombre, Dios nos exige confianza. Confianza a María, la expone ante una sociedad con una mentalidad no muy diferente de la actual y la conmina a creer en Él para dar fruto a su Hijo. María pone confianza, sacrificio, fe y es testimonio del compromiso. María es una persona activa, comprometida. No hemos de olvidar a José, menospreciado por muchos, relegado a un papel de mero acompañante, pero no hemos de olvidar que lo que Dios le pide es tan importante como lo que le pide a María. María sin la ayuda de José no podría haber llegado muy lejos. Olvidemos ahora los nombres y si uno era un hombre y la otra una mujer. Dios nos pide que nos pongamos en su situación, que una veces hagamos de María y otras de José, que llevemos el compromiso de María a todos los rincones, que seamos como José y ayudemos a los más débiles.

Nos encontramos también con la representación de los tres magos, que les ofrecen oro, incienso y mirra. Los magos representan a los tres continentes conocidos en el medievo (Europa, Asia y África) y cada regalo tiene su significado.

Melchor, procedente de Europa, entrega la mirra. La mirra es el símbolo del hombre.

Gaspar, procedente de Asia, entrega el incienso. El incienso en el símbolo de Dios.

Baltasar, procedente de Africa, entrega el oro. El Oro es el símbolo del Rey.

Buscad el cuarto rey en la contraportada de este Es Pont

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