sábado, 21 de febrero de 2009

Editorial Es Pont nº 203

“Dios ha hecho una alianza de amor conmigo”, es el lema de la cuaresma de las comunidades de San José Obrero y Corpus Christi.

Dios –padre- tiene un pacto con el hombre, esa alianza que se verá sellada con la muerte en la cruz de su hijo, es sin duda alguna, un verdadero ejemplo de compromiso y a la vez una llamada de atención para cada uno de nosotros, de ahí la alianza, ya que la entrega no pude ser baldía, nos exige la misma respuesta, la misma entrega de nosotros hacia Él.
Es un derroche de amor, una entrega sin mirar las características personales de cada uno, se da al límite de su amor, porque confía ciegamente en que nosotros sabremos devolver ese amor incondicional de padre-madre, aunque muchas veces seamos reacios o incluso no seamos concientes de ello. De todas maneras, dios siempre nos concede una oportunidad, y otra, y otra hasta que somos capaces de responder afirmativamente.
En la vida de Jesús, se nos van marcando las pautas que tenemos que seguir para llegar al punto de encuentro con Dios.
En primer lugar, abstraernos de todo aquello, que aún siendo fácil, nos entorpece ver a Dios y ser capaces, a través de la oración, de mantener un diálogo padre-hijo con él.
Posteriormente nos incita a ponernos en camino, nuestra felicidad y la meta no vendrán por si solas, hay que ir al encuentro, en un camino lleno de obstáculos, donde incluso se nos hace presentes, cuales discípulos de Emaús, nos pone frente a los más necesitados, de los cuales espera que sepamos mantener el mismo trato que Jesús les dio, no los dio de lado, sino que los acogió y estuvo con ellos.
Abandonemos esa costumbre tan arraigada de dejarnos llevar, de meditar sin llevar a cabo ninguna acción: el reino de Dios se construye poniéndonos en marcha.