sábado, 9 de abril de 2016

Un trago corto.

Anoche fue diferente, nos volvimos a reunir los viejos amigos del Instituto, perdida  la noción de la última cena... Reunidos a manteles, las mismas viejas excusas pero con un toque más familiar aún, ausencias no confirmadas, historias y batallitas varias en buena compañía.
Tras la despedida de un pequeño comando, el resto de la tropa nos dirigimos en busca de la copa de antaño, lugar de moda, hipsters tras la barra y público diverso enfrente. Pedimos nuestros elixires favoritos, corta la medida del alcohol para nuestro gusto que siempre es con moderación pero que doblaba el precio de nuestras expectativas. Uno esperaba el golpe del alcohol sobre las papilas pero fue amortiguado bien por la cantidad. Un brindis por una noche de reencuentro.

lunes, 4 de abril de 2016

Más vale lo malo conocido...

Y en estos días tontos, uno se para a pensar porque come o bebe lo que bebe y come, sabiendo que puede encontrar esos mismos productos de mejor calidad o sabor. Eso me suele pasar con el café con leche y los croissants. No soy ningún entendido en ambos temas, con tal de que estén buenos tengo suficiente, aunque la mayoría de las veces alguno o los dos no están a la altura de lo que uno desea.
Los croissants, hay veces que sólo con verlos algunos ya dan pena e intuyes su sabor... No es verdad, ya sabes a qué saben porque ya los has comido. También he tenido la suerte de comer algunos verdaderamente buenos, y lo paradójico es que era en el mismo local de aquellos tan abyectos.
Y con el café me pasa lo mismo, algunos buenos y otros horripilantes. Pero algunos de estos últimos han cumplido su función y me han despertado.
Porque más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer... pura vagancia aunque hay veces que hay muy poco donde encontrar cerca algo donde todo si no sublime, si se pueda comer y beber a gusto.

domingo, 3 de abril de 2016

Recuerdos de la infancia

Hoy me ha dado por ir a ver barcos, nada fuera de lo común, es algo que he hecho toda mi vida.
Precisamente hoy he ido a ver la réplica de la Nao de Magallanes, con la que el portugués lideraba la expedición que dio la vuelta al mundo. No me preguntéis que tal por dentro, porque no he subido, ya lo había visto en el diario y no lo encontré interesante.
Para mi lo interesante ha sido revivir esos momentos en los que iba con mi familia a ver los buques a Porto Pi, como fue en su día el Dédalo o el Danmark.