miércoles, 8 de diciembre de 2010

Editorial Es Pont nº 219

Con la visita a España del Santo Padre, se ha puesto en boca de mucha gente una palabra, que quiero que veáis la importancia que tiene o debería tomar en todas las comunidades.

Siempre que se habla de la Iglesia, se tiene cierta tendencia a referirse casi exclusivamente a la jerarquía que la rige, pero se desprecia por todas partes a los miembros mayoritarios que tiene la Iglesia, los laicos.

Qué sería de la Iglesia sin los laicos, ciertamente poca cosa. De la misma manera que haría un pastor sin rebaño.

A la de ya por sí importante función que tienen los laicos de estar, tienen otras funciones, que si no fuera por ellos, muchas de las comunidades no tendrían razón de existir.

Desde la sencilla pero ardua tarea de la limpieza y mantenimiento del templo y del resto de instalaciones, de ser catequistas para que los más pequeños conozcan a Jesús, monitores que mantengan viva la llama del Espíritu Santo en los más jóvenes, de enseñar a padres y padrinos cuales son las obligaciones que tienen con los hijos que llevan a bautizar, ser capaces de estudiar la Sagradas Escrituras para comprenderlas mejor y dar buen ejemplo con su vida del testimonio dado por Jesús, y también la menos importante tarea de dar a conocer las necesidades de aquellas comunidades más pobres y dar alimentos y cobijo a aquellas personas necesitadas de nuestros barrios.

clip_image002Tú tienes la libertad de venir sencillamente a misa o ser un miembro activo de la comunidad, pero sin Ti, la voz de Jesús no puede ser escuchada ni transmitida.

Es fameliar