El pasado sábado 17 de Octubre, se estuvo realizando en diversos supermercados y grandes superficies la Operación Kilo. El Club Rotary organizaba este evento para dotar de alimentos al "Banco de Alimentos", ya que el almacén de éste último se encuentra muy vacio ante la importante demanda de alimentos que se ha producido de un tiempo a esta parte.
parte de esa recolección iba a parar "directamente" a las diversas "cáritas parroquiales", que tan importante papel están desempeñando en estos tiempos de crisis.
He vivido en primera persona, esta campaña, rodeado de la gente de mi comunidad,
Corpus Christi, donde sacando dos horitas de su tiempo, se han dedicado a pedir colaboración a todas aquellas personas que ese día iban a realizar la compra, a que aportaran un kilo de algún producto que compraran.
Se dieron situaciones en la que había personas que al saber que los productos iban a Cáritas, decían que no pensaban dar nada porque luego lo "venderían". Cualquiera es libre de opinar lo que quiera, no se obliga a nadie a participar, pero es evidente que es necesario una campaña de concienciación de la labor que desempeñan las ong's, sean o no parte de la Iglesia.
Una bonita anécdota, se dio en el que considero que era el supermercado que se encontraba más inmerso en una zona deprimida, un supermercado que ha sido atracado con violencia recientemente y que ha tenido que contratar los servicios de vigilancia jurada dentro de su local. Una niña, que no debía llegar a los 3 años, se acercó al puesto que teníamos y depositó el kilo que su madre le dio, se fue hacia su madre, se giró y empezó a darnos besos, volvió junto a nosotros y no se quería marchar.
A las dos horas de iniciar la campaña, solo de arroz conté 90 paquetes; mucha gente aportó su tiempo, dinero y buena voluntad, gente de todas las edades.
Incluso en tiempos de crisis, la gente donó su kilo de solidaridad.
parte de esa recolección iba a parar "directamente" a las diversas "cáritas parroquiales", que tan importante papel están desempeñando en estos tiempos de crisis.
He vivido en primera persona, esta campaña, rodeado de la gente de mi comunidad,
Corpus Christi, donde sacando dos horitas de su tiempo, se han dedicado a pedir colaboración a todas aquellas personas que ese día iban a realizar la compra, a que aportaran un kilo de algún producto que compraran.
Se dieron situaciones en la que había personas que al saber que los productos iban a Cáritas, decían que no pensaban dar nada porque luego lo "venderían". Cualquiera es libre de opinar lo que quiera, no se obliga a nadie a participar, pero es evidente que es necesario una campaña de concienciación de la labor que desempeñan las ong's, sean o no parte de la Iglesia.
Una bonita anécdota, se dio en el que considero que era el supermercado que se encontraba más inmerso en una zona deprimida, un supermercado que ha sido atracado con violencia recientemente y que ha tenido que contratar los servicios de vigilancia jurada dentro de su local. Una niña, que no debía llegar a los 3 años, se acercó al puesto que teníamos y depositó el kilo que su madre le dio, se fue hacia su madre, se giró y empezó a darnos besos, volvió junto a nosotros y no se quería marchar.
A las dos horas de iniciar la campaña, solo de arroz conté 90 paquetes; mucha gente aportó su tiempo, dinero y buena voluntad, gente de todas las edades.
Incluso en tiempos de crisis, la gente donó su kilo de solidaridad.
