Es Junio uno de esos meses en los que se da una paradoja, se ralentiza armoniosamente la actividad parroquial y escola, sobretodo a raíz del calor ya imperante, y de repente, una actividad frenética concentrada en dos días: el Corpus y el Sopar de Missions.
Actos estos, que son centrales, pero no podemos dejar de lado las celebraciones eucarísticas de aquellos jóvenes de nuestra parroquia que entran a formar parte de ella, junto con los campamentos/convivencias de los Amigos de Jesús.
Es el Sopar de Missions, en su 19 edición, la que nos recuerda la ingente labor realizada por aquella gente que se afana en dar un servicio y una mejor calidad de vida allende nuestras fronteras, muchas veces creando vínculos de unión y de amistad.
Se lleva a cabo este mes de Junio una actividad que nos permite valorar cuál es la situación en la que se encuentra inmersa nuestra comunidad, tanto dentro de las paredes de nuestro templo, como con la de las casas que conforman la zona de influencia de la Comunidad de Corpus Christi.
Saber ver y comprender las necesidades de nuestros vecinos, así como de nuestras limitaciones para poder desarrollar mejor nuestra labor pastoral, una labor evangelizadora por parte de todos aquellos que formamos parte de Corpus, ser misioneros en nuestro entorno.
Un análisis que debiera ser fructífero de nuestras necesidades, de ser capaces de encontrar soluciones y poder ser revisadas a posteriori, de potenciar también aquellas cosas que sabemos y podemos hacer.
Formarse e informarse es un deber y un derecho ineludible si queremos ser testimonio de Jesús en la barriada de Son Gotleu-Ca’n Capes
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