viernes, 30 de enero de 2009

Editorial Es Pont 202

Hace unos días, salía a la palestra la información de que en diferentes ciudades de España, como anteriormente sucediera en Londres, circulaba unos autobuses con una publicidad en la que se invitaba a todos los ciudadanos a vivir sin temor, ya que probablemente Dios no existiera. Polémicas aparte, nosotros, los que sí creemos en la existencia de Dios, debemos dar testimonio de la existencia de Dios, de evangelizar tal como Jesús envió a los discípulos, pero de una manera tal, que incluso sin hablar, puedan decir que somos hijos de Dios.

Debemos ser testimonios de un Dios, que va más allá de los recelos de gentes que reniegan de Él, porque lo vivieron como una imposición, porque lo viven como un ser que te vigila y te castiga si no sigues sus leyes, sino como un verdadero Dios padre/madre, que somos constructores del reino de Dios en la tierra, aquí y ahora, todos juntos, incluso con aquellos que creen en un Dios que se llama Yavhé o Alá e incluso con aquellos que no creen, porque es labor de todos luchar por construir un mundo más justo.

Y es en estos momentos de crisis, cuando los cristianos hemos de poner en práctica aquello que tan bien supieron difundir junto con la palabra de Jesús, la caridad. Creo que casi todos conocemos la historia de la viuda que da limosna, incluso sabiendo que lo poco que puede aportar, le es necesario a ella. Pues se están dando casos, donde aquellos que comparten nuestra barriada, se encuentran en una situación donde nos demandan ayuda. Sabed que sois libres de poder aportar vuestro granito de arena, no os sintáis cohibidos, escuchad y atended la voz que suplica.
Las necesidades son muchas, y pocas las manos que colaboran, pero entre todos, aportando un poquito podremos mitigarlas.


Es Fameliar

No hay comentarios: